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Funchal, la capital de Madeira

Cuna de la ocupación portuguesa, Funchal se ha convertido en uno de los destinos más visitados del Archipiélago de Madeira. Es en esta encantadora ciudad con más de 500 años de historia que muchos turistas deciden iniciar el tour por la isla más encantadora del Atlántico. No es para menos: las atracciones incluyen restaurantes premiados, monumentos históricos y actividades que gustan desde aquellos que buscan intensas emociones hasta los que sólo quieren relajarse durante la visita.

Con más de 100 mil habitantes, Funchal es famosa por la receptividad de los habitantes. Para tomar la prueba, visite el famoso Mercado de los Lavradores, uno de los principales centros comerciales de la ciudad. Además de alimentos frescos y de excelente calidad, como frutas, vegetales y peces, es posible adquirir las bellísimas flores de Madeira, tan famosas que poseen su propio festival.

Para conocer los principales puntos históricos de forma divertida y dinámica, el autobús panorámico es una excelente alternativa. Se trata de un vehículo con dos pisos -que el segundo queda a cielo abierto- que recorre los principales monumentos en un trayecto de 90 minutos. Es un verdadero viaje por la historia de la isla y la ciudad.

Espacios verdes son muchos y ostentan belleza, tanto que algunos consideran Funchal como una “Ciudad Jardim”. Son innumerables parques, granjas y jardines para conocer la variada flora madeirense. Entre las opciones están el Jardín Fortaleza del Pico, el Jardín Municipal y el famoso Jardín Tropical Monte Palace, un exuberante lugar para disfrutar de la naturaleza circundante. El Jardín Botánico tampoco puede quedarse fuera del paseo, con acceso por el teleférico, que garantiza vistas deslumbrante del valle de la Ribeira de João Gomes.

Y hablando en naturaleza, las ofertas de la capital madeirense son increíbles: centros de buceo para desbravar las profundidades del Atlántico, pesca deportiva, windsurf y otras actividades acuáticas hacen la adrenalina correr suelta.

Un paseo a pie por la Zona Vieja – el centro histórico de Funchal no puede faltar en su itinerario. Uno de los mayores atractivos es ver de cerca el diseño de las puertas pintadas, una galería de arte a cielo abierto. Además, es de aquí la salida para conocer Monte, la parte alta de la ciudad en un impresionante paseo de 20 minutos a bordo del teleférico. Para regresar a Livramento, utilice el carro de cesto para un emocionante descenso por un recorrido de dos kilómetros.

El centro histórico también es perfecto para encontrar los restaurantes que sirven diversos platos típicos de la isla de Madeira. Las lacas frescas salpicadas con un poco de mantequilla y limón son uno de los bocados más buscados, pero no se olvide de los postres, incluyendo varios tipos de pudines, licores y helados producidos con frutas de la isla. Después de la cena, aproveche para conocer la animada vida nocturna de esa región de la ciudad y aún probar la poncha, bebida típica madeirense en uno de los diferentes bares.

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