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Un itinerario repleto de historia por el Archipiélago de Madeira

Famoso por ser uno de los más bellos del mundo, el Archipiélago de Madeira está repleto de atracciones para todos los perfiles de turistas. La región fue descubierta por los portugueses en el siglo XV, legado que quedó registrado en diversos puntos como monumentos, museos, fuertes e iglesias.

Para conocer mejor este fabuloso destino, un paseo por los puntos turísticos con sesgo histórico es parte fundamental de un buen guión. Descubra a continuación los principales lugares para descubrir una Isla de Madeira histórica.

Comenzando por la capital, Funchal, el emblemático Colegio de los Jesuitas es parada obligatoria. Construido para propagar la fe cristiana, el edificio tuvo varias funciones durante 400 años. Actualmente, integra la Asociación Académica de la Universidad de Madeira y ofrece visitas guiadas gratuitas para los turistas, además de saraus de música, presentaciones y exposiciones.

El centro histórico de Funchal, conocido como “Zona Vieja”, está repleto de sorpresas. Cuna de la ocupación portuguesa en la región, sus calles estrechas y casitas centenarias poseen gran valor arquitectónico. En el corazón de la Zona Vieja queda la Capilla del Cuerpo Santo, una construcción que resiste al tiempo. Disfrute de visitar las tiendas y probar las delicias típicas, ya que este tramo de la ciudad posee óptimas opciones de restaurantes y compras, además del diseño de las puertas pintadas, una galería de arte a cielo abierto.

Otra característica interesante de la isla son las edificaciones de los fuertes dirigidos hacia el océano Atlántico. La Fortaleza de S. Tiago, ubicada en la costa del centro histórico, tiene un restaurante con vistas al mar. Aproveche para conocer también el Fuerte de San Juan Bautista, en Funchal; el Fuerte de San Fernando, en Santa Cruz; y el Fuerte de San Benito, en la Ribeira Brava.

Los museos también son una buena opción para aquellos que desean profundizarse en la historia del archipiélago. El Museo de las Cruces, por ejemplo, se encuentra en una antigua casa que perteneció a la familia de los primeros capitanes responsables del territorio en la época de la colonización. El Museo de Arte Sacra, con sus pinturas flamencos de grandes dimensiones, remite la época dorada de la producción de azúcar en la región.

No deje de conocer también la Casa-Museo Frederico de Freitas, perteneciente a un antiguo coleccionista madeirense, y el Museo Henrique y Francisco Franco, renombrados artistas del siglo XX con obras que incluyen grabados, dibujos, esculturas y pinturas al óleo.

En Porto Santo, la otra isla habitada del archipiélago, es posible visitar la antigua residencia del explorador Cristóbal Colón transformada en museo. El ambiente recrea con detalles la casa donde el descubridor vivió, conteniendo retratos, mapas y otros elementos antiguos de la época de las navegaciones.

Foto: Divulgación

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