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Celebre el fin de año en la isla de Madeira

Es en esta época que el Archipiélago de Madeira se llena de luz y color para celebrar las tradiciones de fin de año. En los primeros días de diciembre, se pueden notar las piezas e iluminaciones decorativas, además de barracas de comes y bebes y mucha animación en las principales calles y plazas de Funchal, detalles que marcan la apertura de los programas de Navidad y Año Nuevo. El cronograma está lleno de actividades y manifestaciones culturales, religiosas, étnicas y artísticas, que siguen durante todo el mes.

Para la Navidad, la capital de la isla de Madeira se convierte en un verdadero pesebre de proporciones reales y la decoración alusiva al nacimiento de Jesús puede ser vista por todo su territorio. Hay conciertos diarios de música, con las actuaciones de las bandas filarmónicas y de los grupos folclóricos madeirenses, y las iglesias locales promueven misas especiales denominadas Misas del Parto.

Es aún en las festividades navideñas que se prueba lo mejor de la gastronomía madeirense. Los dulces y las delicias se producen así como manda la tradición, como es el caso del pastel de miel. La tradicional golosina lleva miel de caña, sidra y nueces en su receta y está preparada especialmente el 8 de diciembre, día de Nuestra Señora de la Concepción. Otros quitutes como broas, licores caseros y la carne de viña de ajos – afamado plato de la culinaria madeirense a base de carne de cerdo y vino blanco – forman parte del menú navideño.

El día 23 de diciembre ocurre una de las mayores fiestas: la Noche del Mercado, en el Mercado de los Lavradores, uno de los principales centros comerciales de la ciudad. Con mucha música, danza, comidas y bebidas típicas, madeirenses y turistas aprovechan para hacer las últimas compras navideñas.

Después de Navidad, la animación se centra en el cambio de año. Reconocida oficialmente por el libro de récords del Guiness, en 2006, como la mayor del mundo, la quema de fuegos artificiales en el Año de la Isla de Madeira atrae a muchos viajeros, incluyendo cruceros que llegan a Funchal especialmente para ese show. Con las campanas de la medianoche del 31 de diciembre, los silbidos de los barcos de cruceros suenan y el cielo se ilumina con un espectáculo que llega a durar ocho minutos, decorando la llegada del nuevo ciclo.

El cierre de las celebraciones se da con los festejos del Día de Reyes, el 6 de enero, cuando los residentes de la isla aprovechan los últimos días de la iluminación de Navidad y salen a las calles, de puerta en puerta, para entonar los populares cantares madeirenses, una antigua tradición local.

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