Considerado uno de los principales destinos turísticos de aventura, Nueva Zelanda cuenta con una amplia lista de atractivos para estimular la adrenalina en sus visitantes, como saltar de aviones, explorar bosques, hacer jet boat, pescar, esquiar y visitar glaciares. Muchas de las empresas que operan estas atracciones invierte en equipos específicos para hacerlas accesibles a las personas con discapacidad, atendiendo a las certificaciones internacionales de seguridad. Conozca algunas opciones:

Pesca en Coromandel
En la península de Coromandel, los barcos Joint Venture y Rubin Jack, de la Coromandel Fishing Charters, tienen estructura especial para personas en silla de ruedas. La empresa trabaja con el proyecto benéfico Wish4Fish, creado por Bryce Dinneen para ayudar a las personas con discapacidad a entrar en el agua. Bryce sufrió una lesión de la médula espinal y también es deficiente.

Paracaidismo
En Motueka, región costera de Nelson, la empresa Skydive Abel Tasman ofrece el servicio en el que los asientos, personas con parálisis cerebral o discapacidad visual pueden practicar el salto tándem, versión del paraquedismo en la que saltan dos personas: el pasajero y un instructor.

Motueka está cerca de Nelson, donde hay vuelos que salen de Auckland, Christchurch y Wellington.

Además de Motueka, es posible hacer el salto tándem en Ashburton, cerca de Christchurch con la empresa Skydiving Kiwis, donde más de 50 personas en sillas de ruedas ya usaron el soporte desarrollado especialmente para la práctica. No hay límite de edad: desde que caiga en el soporte corporal, es posible participar.

Esquí y Snowboard
La diversidad natural de Nueva Zelanda incluye la práctica de deportes en la nieve, el Ruapehu Adaptive Programme se encuentra en las montañas del Monte Ruapehu, un volcán activo ubicado en la Isla Norte, y fue creado para personas con discapacidad que quieren esquiar o hacer snowboarding.

Para llegar a Ohakune, donde se encuentra el programa, son poco más de cuatro horas de viaje de Auckland, o tres horas y media saliendo de Wellington. El aeropuerto más cercano está en Taupo, de allí, el viaje a Ohakune tarda una hora y media.

En la Isla Sur, el programa Cardrona Adaptive Snow Sports permite a las personas con discapacidades físicas, sensoriales o cognitivas aprovechar la nieve. Los participantes cambian sus sillas de ruedas por sillas de esquí, o pueden usar soportes especialmente desarrollados para la función.

El Cardrona Adaptive Snow Sports se encuentra en Wanaka, a poco más de una hora en coche de Queenstown, que recibe vuelos regulares de Australia y de las principales ciudades neozelandesas.

Vuelo de helicóptero en los glaciares
Para combinar la altitud con nieve, los vuelos de helicóptero en los glaciares de Franz Josef y Fox, en la región de Westland, y el glaciar de Tasman, en el Parque Nacional Aoraki / Mount Cook, son excelentes opciones. La empresa Helicopter Line ofrece el servicio para personas en silla de ruedas para visitar la región rodeada de montañas cubiertas de nieve y bosque nativo, los viajeros tendrán la experiencia de aterrizar en un río de hielo que se mueve lentamente, además de visitar un glaciar en una silla de esquí modificada para esta función.

Los vuelos parten de Franz Josef y de Glentanner, cerca del Monte Cook. Franz Josef está a dos horas en coche del aeropuerto de Hokitika.

Trepar a los árboles
En Hokitika, a poco más de tres horas en coche de Christchurch, se encuentra el West Coast Treetops Walkway, una pista de unos 450 metros de extensión bajo una estructura suspendida a 20 metros de altura del suelo. El paseo permite a los visitantes conocer el bosque de una nueva perspectiva: a la altura de los ojos de los pájaros, en la cima de los árboles. El local promueve la integración con la naturaleza a través de una serie de rampas y declives leves, siendo una actividad de fácil acceso para silla de ruedas.

La trayectoria entre Christchurch y Hokitika dura un poco más de tres horas. A partir de Greymouth, el recorrido es de sólo 30 minutos. Hokitika también tiene conexiones aéreas regulares con Christchurch y otros centros del país.

Bungy jumping
El bungy jumping recreativo nació en Nueva Zelanda, y como precursor de la actividad, se convirtió en referencia mundial para la práctica del deporte. Situado en la cima del teleférico de Queenstown, el Ledge Bungy es operado por la empresa A.J. Hackett, pionera en el sector, y ofrece a las personas con discapacidad la oportunidad de saltar con seguridad y sin salir de la silla de ruedas. Por cierto, llegar hasta allí ya es una aventura, ya que la subida es hecha por teleférico.

El Shotover Canyon Swing, cerca de Queenstown, también acomoda sillas en una actividad parecida a un bungy jumping, en la que el participante salta y se balancea de un lado a otro. La Sky Tower de Auckland, la construcción más alta de Nueva Zelanda, ofrece el SkyJump (bungy jumping) y SkyWalk (vuelta en una estrecha pasarela circular a 192 metros de altura) para personas en sillas de ruedas.

El aeropuerto de Queenstown está bien servido de vuelos nacionales e internacionales. En coche, el viaje es de tres horas y media desde Dunedin y de dos horas y media desde Te Anau.

Jet boat
Inventado en los años 1950 por el neozelandés Sir William Hamilton como un modo de cruzar escasos cursos de agua, el jet boat se ha vuelto desde entonces una manera divertida y excitante de seguir velozmente por las aguas de Nueva Zelanda. Shotover Jet, en Queenstown, lleva pasajeros en sillas de ruedas para un viaje emocionante en las curvas y cañones del río Shotover, pero necesito reservar con antelación.

Queenstown es la ciudad turística más popular de Nueva Zelanda, y hay vuelos directos que salen de Australia y de la mayoría de los aeropuertos domésticos.

Alojamiento
El sitio New Zealand Tourism Guide, cuenta con una lista de hoteles y posadas con accesibilidad, que suelen incluir puertas más amplias, acceso para silla de ruedas y baños con barra de apoyo.

Fuente: Diario de Turismo
Foto: Repdroducción